Probablemente si eres fumador o fumadora alguna vez has pensado o incluso has intentado dejar de fumar. Si has sentido que habías fracasado en tu propósito, que tú no valías para esto o que no podías dejarlo, sigue leyendo.
Si lo has intentado otras veces y no lo has conseguido, no significa que tengas menos capacidad para lograrlo
Es fundamental dejar de fumar cuando uno realmente quiere dejar de fumar. Parece una frase de Perogrullo, pero realmente es lo que sucede. Muchas personas intentan dejar de fumar por presiones familiares, de pareja o de amigos, o por otros motivos que no son realmente suyos. También hay que tener en cuenta que en estos primeros momentos suelen ser frecuentes las situaciones de ambivalencia, ya que la persona piensa que tiene o que le gustaría dejar de fumar, pero realmente no quiere hacerlo. Por lo que lo primero es tener motivos personales para dejarlo.
Una vez que se haya tomado la decisión, es muy importante para alcanzar este objetivo fijar una fecha a partir de la cual no se fumará. Sabemos que la probabilidad de dejar de fumar aumenta si se deja radicalmente, en lugar de hacerlo de manera progresiva.
Es muy importante tener en cuenta que las recaídas, en casi todos los casos, suelen formar parte del proceso. No son un fracaso. Lo importante no es que ocurran, sino cómo se continua a partir de ellas. Las recaídas son útiles en la medida en que te permiten sentir cómo vives ese momento y la motivación que tienes para alcanzar tu meta.
Incluso, si lo has intentado otras veces y no lo has conseguido, no significa que tengas menos capacidad para lograrlo. La motivación se entrena, cuantas más veces lo intentes, más probable es que lo logres. Y la prueba es que sigues aquí, intentándolo.
La búsqueda de recursos internos y externos es clave en este proceso; como por ejemplo hablar con un amigo tuyo que haya dejado de fumar, mantenerte entretenido o buscar la motivación que te ayudó a alcanzar otra meta importante para ti. Otra de las claves es aprender algunas herramientas que te ayuden a mantenerte siendo exfumador. Cómo vivir en lugar de sobrevivir a la frustración, la ansiedad, la tristeza o cualquier otra emoción derivada del proceso y de la vida en general. La asertividad es muy importante en nuestra vida, pero aumenta su valor en estos procesos, ya que saber decir No y respetar tus propios derechos hará que no te sientas presionado por no fumar. Buscar nuevos hábitos saludables que sustituyan el tiempo que dedicabas a fumar son algunas de las mejores estrategias para alcanzar tu objetivo.
Si quieres vivir tu vida sin depender del tabaco, dedicar un poco de tiempo a conseguirlo será un regalo que a largo plazo te harás a ti mismo.
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