Ansiedad, ¿una de las pandemias del S. XXI?

Sabemos que la ansiedad es algo con lo que convivimos, es raro que no escuchemos frecuentemente a alguna persona cercana o a nosotros mismos decir tengo ansiedad, agobio, nervios, angustia o algún otro sinónimo. No sólo es algo que veamos a pie de calle, sino que la Organización Mundial de la Salud afirma que entre el 15 y el 20% de la población sufrirá un trastorno de ansiedad.

La ansiedad es como un vaso que en cualquier momento puede desbordarse, ante cualquier pequeño suceso que se sale fuera de la rutina diaria.

Lo que en ocasiones es más desconocido es que la ansiedad no es mala en sí misma. Es una respuesta con la que contamos, que nos permite responder muy rápido y poniendo a nuestra disposición todos nuestros recursos ante una situación amenazante. El problema surge cuando interpretamos inconscientemente como peligroso algo que no lo es y se dispara esta respuesta poniendo en alerta nuestro cuerpo. Tenemos un exceso de energía, atención, tensión que no es necesaria y que no desaparece, sino que se queda en nuestro cuerpo en forma de tensión muscular, malas digestiones, dolores de estómago o dificultad para dormir. Es decir, esa ansiedad de la que hablamos y que consideramos negativa, es la desadaptativa, la que no consigue ayudarnos en esa situación, sino todo lo contrario.

Hay personas que encadenan estos momentos, lo que les provoca un nivel de ansiedad constante y mantenida muy incómodo. Para ellos la ansiedad es como un vaso que en cualquier momento puede desbordarse, ante cualquier pequeño suceso que se sale fuera de la rutina diaria.

Pero hay pequeños cambios que podemos hacer en nuestro día a día que harán que el vaso no esté a punto de rebosar:

  1. Llevar una vida saludable, dormir, descansar, comer sano, hacer ejercicio y disfrutar de la vida como tareas obligatorias.
  2. Respetar mis propios derechos y hacer que sean respetados marcando límites al resto de personas.
  3. Decir No cuando no quiero algo o no me apetece.
  4. Mirarme y conocer mis deseos, necesidades y aquello que quiero y no quiero tener en mi vida.
  5. No buscar la perfección en todo aquello que hago, sino hacerlo y sentirme satisfecho con ello.
  6. Contar con espacios en nuestro día a día para relajarnos a través de ejercicios de respiración, relajación, Mindfulness…
  7. Organizarme para poder incluir en mis actividades diarias: trabajo, búsqueda de él si no lo tenemos o estudio, relaciones sociales, tiempo de ocio y tiempo para disfrutar de nuestra soledad.
  8. Aprender a aceptar que hay cosas en la vida que se escapan a nuestro control y por ello debemos dejar que pase lo que tenga que pasar.
  9. Atender a nuestras emociones, identificarlas, comprenderlas y permitirlas que nos acompañen y desempeñen su función.
  10. Comprender que nuestros pensamientos no dicen quiénes somos, no nos definen.

 

Si te has sentido identificado con el artículo, te interesa saber más sobre ansiedad o quieres contactar con un psicólogo en Madrid u online, hazlo llamándome al 695306662 o enviándome un correo a contacto@psicologacarmenespinosa.com

 

 

Carmen Espinosa Pintos
Carmen Espinosa Pintos

Psicóloga en Madrid

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